Archive for marzo 2012

Cocinando


Escrito por Antares bajo ,

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Ayer fue día de cocinar. El miércoles iba a visitar a mis viejos, así que nada mejor que caerles con cositas hechas en casa, ¿no?
Fue una tarea ajetreada porque... bueh, a mí se me ocurre complicarme. Hacer pastafrolitas es una cosa. Hacer también el dulce para rellenarlas es... pues... Hacer dos cosas.
Hacer todo al mismo tiempo con un niño que se niega a almorzar y dormir su siesta es digno de pulpo malabarista. O eso quiero creer.

Los primero, y creo que lo más jodido, fue hacer el dulce de batata con coco.



Mi error fue meter los dos kilos de batata así de una, sabiendo que mi olla no es tan grande. Se cocinó bien, pero el maldito dulce estuvo especialmente homicida, por la manera en que saltaba. Tanto fue que en dos momentos se me vino encima y me quemó, el muy sotreta.




La primera quemadura es esta, en la mano. La segunda fue en el hombro y por suerte ni se nota.
¡Dulce retobado!

Curiosamente, y luego de charlarlo con mi Pá, me he enterado que aparentemente la violencia de lo que uno cocina (o más bien cuanto salta una preparación al hervir) estaría relacionado con las fases lunares.
Estuve googleándolo un rato y la verdad es que no encontré nada al respecto en 3 idiomas (aunque talvez sea yo, que no sé ni qué busco). Según lo que me dijeron, las preparaciones saltarían más durante la Luna Nueva, para saltar menos hacia la Luna Llena y repetir así el ciclo. Según el calendario hoy es Luna Nueva, lo que en teoría explicaría porque mi dulce quiso matarme tan insistentemente.




Al menos pude terminarlo y rindió una barbaridad: tres frascos estándar y dos bastante más grandes. Al parecer no le faltó cocción (o lo pude disimular bien), lo que fue un alivio. Haber luchado tanto para que no saliera bien iba a ser muy decepcionante.




Con lo que sobró después de llenar los frascos rellené una docena y media de pastafrolitas. Y Sobró un poco más, así que los frascos quedaron bien, pero BIEN llenos.
Con las frolitas no sé bien qué pensar, salvo que la vez anterior le debo haber pifiado mal a la masa, que quedó con una textura algo jodida. Esta vuelta por suerte parecía más "masa" y haberle puesto vainilla en vez de ralladura de limón la dejó más mejor aun.
Lo que sí, después de tanto ejercicio me agarró la pereza y las tiritas salieron así nomás. La media docena de la foto corresponde a las más lindas, finamente seleccionadas para llevárselas a mis viejos con un pote de los grandes de dulce.

Otra cosa que tiene poco que ver, fue el inesperado público que atrajo mi proeza culinaria.
No recuerdo si blogueé al respecto, pero hace meses venía teniendo problemas con hormigas en mi cocina. Hace unas semanas y con bastante suerte logré identificar el hormiguero (y llenarlo de Raid, vio) pero a los pocos días noté que las hijasderemil no se habían ido del todo.




¡Pues helas ahí, chupando contentas mi dulce asesino mientras seguro conspiran contra mí en diminutas vocecitas!
Al menos el despelote que hizo el burbujeante menjunje sirvió para algo: fue la carnada perfecta para atraer al himenóptero flagelo y seguirlo hasta su escondite.

También sirvió de última cena, ya que una vez que terminé de cocinar rocié todo con Raid.
Si mi historia contra las hormigas sirve de referencia de algo sé que no será lo último que sepa de ellas.
Pero la lucha sigue. *empuña valientemente un cucharón*

Catorce


Escrito por Antares bajo

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Hace catorce años le daba el primer beso a un pibe de quince años. Tenía el pelo largo y ondulado, nariz prominente y muy buena postura.
Este año cumple 30 y nada de eso ha cambiado.

Antes de siquiera conocerlo le pregunté "¿Acá es el Milenio de Plata" (club de fans de Sailormoon, donde al rato nos conocimos) no me respondió inmediatamente. En vez de eso, se puso a buscar con ahínco en el bolsillo de sus pantalones. Cuando la encontró, posó orgulloso al lado de su muñequita de Sailorvenus.

Me sacó una sonrisa.


Catorce años después creo que entiendo la respuesta.
Donde él esté, ahí es mi Milenio de Plata.


Pequeña efigie de la diosa del amor

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Microfibra


Escrito por Antares bajo ,

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El año pasado me topé con una revista japonesa llamada "Kraso". Al tratarse de un catálogo, no tardé muchas páginas en "querer todo" apesar de que aparecieran varias cosas de dudosa utilidad.

Como es de costumbre cada vez que encuentro algo copante, le pasé las revistas a mi Má, quien pronto "quiso todo" también (es de familia, vio?).

Así las cosas la historia se remonta al mes pasado a Brasil, con mi madre vacacionando y habiéndose topado con un guante de limpieza hecho de microfibra, como mostraban en la revista.




 Mil cosas hechas de microfibra


 Si bien los trapos de microfibra no son algo novedoso, a mi Má le pareció que era algo que podía regalarme, y me lo trajo.
Debo admitir que al principio me pareció que sería un chindougu de dudosa utilidad. O sea ¿cuánto mejor puede llegar a ser que un trapo o plumero, no?

Oh, qué equivocación. 

Como bien me dijo mi amiga Cynthia el otro día, "No hay error más grande que tener muebles negros" (aparte de talvez tenerlos blancos). Siendo que compartimos color de muebles, hubo que darle la razón: ¡a los 5 minutos de limpiar está todo sucio otra vez! El trapo es una porquería,y el plumero -al fin y al cabo- solo mueve la mugre de lugar.

Aquí es cuando me saco el sombrero ante el guante, porque:
- Efectivamente agarra el polvo (el guante pronto queda inmundo).
- Los flecos facilitan mucho la limpieza de cosas con recovecos.
- No es necesario frotar, como con trapo.
- Levanta polvo "pegado" solo con pasarlo.
- Desliza fácil sobre las superficies.

Ejemplo 1:
Tengo un sillón de computadora símil cuero que tiene unas costuras que para lo único que sirven es para juntar polvo. Son pequeñas, así que el plumero no entra y el trapo no desliza bien por el material. Junta mugre de lo lindo.
Con el guante de microfibra solo necesité deslizar los dedos por las costuras para que quedaran -talvez por primera vez en la vida- como la gente.

Ejemplo 2:
No sé exactamente cuando, pero el exterior de mi aspiradora se volvió una inmundicia. No sé si es el tipo de plástico y metal o talvez la estática, pero el polvo se le pega y no-fuckin'-sale. Pasarle el plumero es lo mismo que no pasárselo y el trapo solo hace "dibujitos" con la mugre. Un asco.
Díganme exagerada, pero pasarle la microfibra con desgano y ver que se limpiaba como si nada fue digno de la Dimensión Desconocida.

Limpiar el guante fue otro experimento interesante, ya que bastó ponerlo bajo la canilla y retorcerlo un poco para que se le saliera toda la mugre (no tenía intención de ponerlo en el lavarropas aun).

¿La contra? No sé si será por lo "micro" de la fibra, pero después de más de un día de haberlo lavado, apenas da señales de secarse. Supongo que habría que dejarlo al sol, pero en mi casa apenas hay.
Otra contra es que luego de usarlo por pocos minutos la costura de medio puño cedió. Ya lo reparé, pero espero que la próxima vez que lo use no tenga que coser la otra mitad. :/


Así las cosas me alegra mucho conseguir lo que sea que me facilite el trabajo doméstico. Aun si inspira las entradas más aburridas de este blog. xD

Mobiliario


Escrito por Antares bajo

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Como anticipé al principio de la semana, tengo sofá nuevo. Estoy muy contenta con el mueblón, ya que el anterior -si bien estaba en relativo buen estado- ya no servía para nuestras necesidades sofariles.


El hecho es que después de recibir el nuevo, haber apilado todo lo viejo en un rincón y haber arreglado todo para que vengan a llevárselo, me sentí algo culpable. 
¿Cómo no sentirme mal, realmente? Si ese juego de muebles (porque no me deshice solo del sillón) ha estado en la familia desde... toda mi vida. 
Así todo,desfiló por mi memoria la larga lista de juegos que solía hacer con ese set de muebles de caña. Que casitas, que camas, que botes, que jaulas... Las interminables horas que me senté a jugar con mi hermano en las mesitas ratonas, que estaban a la altura perfecta para una criatura sentada en el piso.
También recordé aquella vez que saltando en el sillón se rompió una madera y terminé con dos líneas paralelas cicatrizadas en mi canilla, aunque hasta esa cicatriz haya desaparecido hace años. Recuerdo la preocupación de contarle a mi papá que había roto el sillón, y mi posterior sorpresa al ver que no se enojaba.
Recordé los varios tapizados que le hizo mi Mamá, algunos de los cuales sobreviven en retazos en alguna parte. 
Recordé cuando mi familia se los regaló a Mr. Dorima, quien se mudaba a un departamento más grande. 
Recordé los años que el sofá fue cama de Lalalo, y las siestas que me pegué en él estando embarazuda. Recordé también, y mucho más recientemente, como el heredero se subía a los sillones para estar un poco más alto en el caño y cuando le enseñamos los juegos que a su edad hacíamos, ya que la familia del Dorima tuvo el mismo juego de muebles.

Dolió un poco ver como cargaban todo en una camioneta y saber que no voy a volver a verlo.
Pero me sentí bien de haberlo cuidado mucho estos 30 años, y que lo único que necesite sean fundas nuevas para volver a las andadas (aunque un poco de pintura no le vendría mal). 

Ojalá pronto vuelva a ser casita, cama, bote y jaula en los recuerdos de alguien más. :)

8 de Marzo


Escrito por Antares bajo , ,

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No quiero un saludo.

Quiero que todos los días sean míos.
Quiero la misma remuneración por el mismo trabajo, obtenido con las mismas oportunidades.
Quiero mi integridad física y mental no esté relacionado con el largo o lo ceñido de mi ropa.
Quiero tener plenos derechos sobre mi cuerpo, incluyendo lo que pase dentro de mi útero.
Quiero poder andar sin tacos ni maquillaje y tener el mismo valor.
Quiero que ser "ama de casa" sea reconocido como trabajo arduo, no remunerado, del cual jamás podré jubilarme y difícilmente vaya a tener vacaciones.
Quiero envejecer sin sentir la obligación de luchar contra la edad o la fuerza de gravedad.
Quiero que ser "la mujer de fulano" o "la mamá de menganito" sea un detalle, no una definición.

Cuando todo eso (y más) sea lo normal, ahí voy a aceptar tus flores.

De nonis y sofases


Escrito por Antares bajo

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El viernes volví a soñar con él.
Esta vez no sé muy bien cual era nuestra relación. A veces parecíamos amigos, a veces otra cosa. Nada seguro. Pero era su cumpleaños y estaba tratando de decidir a cuáles de sus amigos skaters iba a invitar (¿?).
Realmente no me importa mucho quién venga a ser en mis sueños (si bien es algo obvio), yo solo quiero que aparezca más seguido. Nota mental: irme a la cama con una budinera en la cabeza. ¿Capaz así tenga mejor señal?

En temas más mundanos, mi sofá nuevo está listo. ¡Aleluya! Porque hace añares que tengo que cambiarlo y ya era una vergüenza.
Digo "vergüenza" porque -gracias a Gackt- jamás se trató de una cuestión de plata, cosa que sí podría entender.
-No cambiar el sofá porque no se puede. OK.
-No cambiar el sofá porque somos unos pajeros que no quieren ir a mirar vidrieras. To' mal.
Pero bueno: ya se miró, se eligió, se pagó y está listo. Ahora lo único que me falta es contratar un flete para que me lo traiga.

Hablando hoy con mi vecina Marta, me entero que los tipos que se estrolaron contra mi edificio la semana pasada al parecer eran un par de malvivientes. Según me contaron, en el hospital les encontraron $30.000 y una bolsa llena de droga, y fue por esquivar una bicicleta que se comieron mi edificio.

Y ahora Marta, quien se encarga de todo lo del consorcio, no sabe si el seguro nos cubre todo lo que se estropeó con choque (vidrios y un mármol de la entrada). ¡Qué lo tiró!